La función va a comenzar, Simbo, el actor-dramaturgo “profundo”, ha escrito y dirigido la obra “Wilbur y Lander”, y además interpreta el papel de Lander, un “personaje profundo”. Pero Patxi, el otro actor, el gracioso, no ha aparecido. Es la hora, y Simbo está solo encima del escenario, intentando ganar tiempo. Intenta ponerse en contacto con Patxi por teléfono. Lleva una semana frenetica, el sábado se casa, y los preparativos de la boda, y el estrés y los altibajos emocionales provocados por el embarazo de su novia, Maitane, le van a acabar volviendo loco.
Llama a Patxi y le dice que venga cuanto antes… Respira hondo… Como tiene que tener el móvil encendido, Maitane le llama varias veces (tres veces)… Respira hondo… Todo esto, intentando disimular ante los espectadores, haciéndoles creer que la obra “Wilbur y Lander” es así. A la desesperada, llama a un actor que vive cerca para intentar liarle… No lo consigue.
Con la esperanza de que Patxi aparecerá, intenta ganar tiempo presentando a su personaje, Lander, y por el pinganillo le dice que presente la obra… Pero hoy, todo se le va a ir a la mierda. “El pobre” Lander se le rebela, se sale del guión, y acaba sacando a la luz las miserias de Simbo. Patxi no va a aparecer. Sinbo descubre que Maitane y Patxi están juntos, y que el niño es de Patxi. De golpe, Simbo se queda sin novia… Y sin casa. Y lo que es mas grave, se queda sin actor para los próximos bolos. Pero aun así, Simbo no tira la toalla, e intentará sacar adelante su obra hasta agotar todas las posibilidades.
Las cosas mas importantes en la vida de Simbo, se irán deslizando por la taza del water, ante la mirada de los espectadores…
-“Pero Simbo, por lo demás bien… ¿No?”
Por cierto, es una comedia.