... el maestro Ullate nos sitúa dentro de un psiquiátrico para mostrarnos, con toda la delicadeza de la danza, la vida de las personas allí ingresadas. Sus miedos pero también sus alegrías. El amor, la dulzura y la ternura de unas personas cuyos pensamientos no funcionan necesariamente como los de los demás pero en los que, al mismo tiempo, podemos vernos reflejados, ya que los sentimientos son universales.
Empleando como base la música de Philip Glass, Wonderland destaca por la gran expresividad de los intérpretes. Así se demuestra la calidad de sus bailarines como transmisores de emociones más allá de limitarse a ejecutar una sucesión de pasos.
Un espectáculo que busca eliminar los tabúes y librarse de todo prejuicio a la hora de aboordar un mundo complejo como es el de la mente humana y sus recovecos. Y como aquellos a los que consideramos "locos", muchas veces, nos muestran una cordura y una lucidez sorprendentes.