Esta no es una obra sobre política. Tampoco es una historia sobre periodistas. No es una reflexión sobre las siempre convulsas relaciones entre el poder mediático y la administración. Desclassificats no muestra el encuentro de tres personajes con puntos de vista muy opuestos sobre la estética, la integridad profesional y la dignidad del individuo. Todos presumimos de tener una escala de valores, de unos principios rectores que nos hacen ser de una manera o de otra; que nos hacen juzgar las actitudes y los comportamientos de los otros desde un punto de vista determinado.
Pero ¿qué pasa cuando estos valores, los principios más sólidos que nos gobiernan, se ven sacudidos y cuestionados, incluso en contra de nosotros mismos?. ¿Qué pasa cuando tomamos consciencia de que no somos tan íntegros, ni tan dignos, ni tan coherentes?. ¿Cómo asumimos la ruptura entre nuestras convicciones y nuestra voluntad más íntima?. Somos frágiles, por fuera y por dentro. Sólo cuando se trata de juzgar al otro nos sentimos valientes y capaces de opinar, de criticar, de satanizar aquel que hace justamente lo que nosotros nunca haríamos. ¿Nunca?. Los abuelos decían: "No digas jamás de este agua no beberé", porque puede ser que un día bebas y te atragantes, o te envenenes.
Pere Riera
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