...El Cabaret Popescu es travieso, juguetón, amigo, traidor, canalla. Es un bribón, Sorprendente, tímido, arrojado, poeta, bizarro, simpático, ácido, burlón, cortés, indiscreto. Es volátil como un perfume que se mete por tu nariz y te hace estornudar, luego se pierde como el que tira la piedra y esconde la mano.
El Cabaret Popescu actúa a tu lado: puedes olerlo, tocar su smoking blanco, mirar el brillo de sus ojos, oir sus pasos delicados y saborear sus platos agridulces. Tienes un periscopio desde el que mirar alrededor desde tu silla.
El Cabaret Popescu está vivo. Es un organismo cambiante, en evolución permanente. No hay dos días iguales. No se resigna a ser una copia de si mismo. Odia el estándar. No se deja seducir por el:
“esto es así”, se pregunta todo el tiempo: “¿por qué?”. Amigo, por !n estoy perdido en el Mar de las Cosas por Hacer. Es un gourmet que necesita cambiar de plato, para alimentar su hambre de conocer...
© Laví e bel