La importancia de llamarse Ernesto
Fundación Municipal Teatro Gayarre

La importancia de llamarse Ernesto Finalista del premio a Premio Espectáculo Revelación de la XVI edición 2013

Dice Paco Nieva de La importancia de llamarse Ernesto que “es la comedia menos realista que cabe darse. Es como si se desarrollase en un sueño. (…) Es un perfecto sueño de teatro. Vamos de lo pequeño a lo monumental, de la anécdota a la categoría. En el teatro todo lo que es mentira es verdad. En el teatro hay que fiarse de las apariencias, porque las apariencias en el teatro lo son todo (…)”. Y dentro de estas apariencias se enmarca la historia del maletín que fundamenta el resto del argumento: En su día la Señora Prism tuvo un ligero despiste, y confundió al bebé que tenía a su cargo con el manuscrito de una novela que se encontraba escribiendo. Así que olvidó al bebé dentro de una maleta negra en la consigna de la estación Victoria, mientras en el carrito se llevaba cubiertas con una mantita las páginas de su libro. Esta es la atmósfera divertida y catastrófica de La importancia de llamarse Ernesto en la que Oscar Wilde retuerce las normas y la moral hasta convertirlas en parodia de sí mismas. La importancia de llamarse Ernesto es una comedia despiadada y excéntrica, perfecta, bella y onírica como la vida de una rosa en las extrañas paredes de un jardín vertical.

Alfredo Sanzol

 

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