Decir que Julio César es una obra de gran actualidad resulta una obviedad, puesto que todas las obras de los grandes genios en general, y de Shakespeare en particular, lo son por definición.
Para mi, la grandeza de esta obra reside en que Shakespeare no resuelve la duda de si estuvo justificada o no la muerte de César, de si fue un acto de justicia o un vil asesinato. Esto es un trabajo que deja a cada espectador para que éste lo resulva individualmente con sus propios principios e ideas.
Además me gustaría poner el acento de nuestro montaje en la palabra, en su fuerza poética y evocadora y, de maner muy especial, en su capacidad potencial para modificar el ánimo y alterar la conducta de los que las escuchan.
Por todo ello, creo firmemente en la oportunidad y conveniencia de revisitar la historia de Julio César, en un momento claro de banalización del lenguaje y de pérdida de valor de las palabras y, por tanto, de las ideas
Paco Azorin