Una cocepción especialmente insólita: el público se adentra en una instalación que le permite sumergirse en un ambiente callejero. Dentro de esa chabola de materiales reciclados, una obra con punto de vista nuevamente sorprendente: el mundo visto con los ojos de un perro abandonado. Teatro sin texto, donde los pies y zapatos de los actores conducen una emocionante historia.