No estudia, no trabaja.
La puedes ver borracha
por el barrio, tirada
en un banco en la plaza, o dando voces
a deshoras. Y todos lo pensamos:
“pedazo de guarra, quinqui de mierda”,
hay tantas como ella...
Sin embargo, dice que
nosotros,
todos nosotros,
estamos en deuda
con ella;
y que ya es hora de cobrar