El relato es tan conmovedor que muchos lectores creyeron que Elezard Bouffier fue un personaje real y el narrador fue el propio Jean Giono, y que, por lo tanto, la historia fue en parte autobiográfica. El autor explicó en una carta de 1957 a un representante de la ciudad de Digne: “Lamento decepcionarlo, pero Elzeard Bouffier es un personaje inventado. El objetivo de esta historia es hacer amar a los árboles o con mayor precisión: hacer amar plantar árboles (lo que después de todo, es una de mis ideas más preciadas). O, si se considera por el resultado; el objetivo es obtener el mismo resultado de nuestro personaje imaginario”. La carta describía cómo el libro fue traducido a multitud de idiomas, distribuido de forma gratuita, y afirmó que fue un éxito. El autor agregó que, a pesar de que no ganaba un céntimo, había sido uno de los textos de los cuales se encontraba más orgulloso.