Dentro de la 38 edición del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, está programado el estreno absoluto de Toná, la nueva creación de Luz Arcas, la fundadora de la Compañía de Danza La Phármaco ganadora de varios prestigiosos Premios de Danza (Finalista Mejor Intérprete Femenina de Danza. Premio Max 2017 ; Premio El Ojo Crítico de Danza 2015; Premio Mejor Intérprete Femenina de Danza en los Premios del Teatro Andaluz 2015; Premio Injuve 2009).
Se trata de un trabajo muy íntimo de creación que ha supuesto, según palabras de la propia Luz, un proceso de liberación para ella.
La intérprete de danza, nacida en Málaga, inició el proceso creativo tras visitar a su padre enfermo en su tierra de origen. Se desencadenaron en ella sentimientos, recuerdos y símbolos de su infancia que casi no recordaba. Esos símbolos que tienen que ver con la muerte, el folclore, las tradiciones y las creencias arraigadas.
Se cruzaron en este proceso creativo otras dos artistas también malagueñas: Luz Prado (música) y Virginia Rota (audiovisuales). Las dos estaban realizando sendos trabajos sobre temas que venían como anillo al dedo para el proyecto que se estaba gestando.
Luz Prado llevaba tiempo trabajado sobre los verdiales, un folclore típico malagueño que se ha mantenido a lo largo de los siglos hasta la actualidad. Por otro lado Virginia Rota había estado trabajando en un proyecto sobre el luto en Andalucía con el que acababa de montar una exposición. Hay que unir también al proyecto, la inspiradora imagen de Trinidad Huertas, con la que casualmente Luz Arcas se cruzó en la biblioteca de la casa paterna. Trinidad Huertas se convirtió en un personaje mundialmente conocido como La Valiente, por un baile que representó en pleno S.XIX con la imagen de una torera en plena faena que rompió tradiciones hasta entonces establecidas en el mundo de la danza femenina. Se empapa Toná de la estética de este personaje rompedor.
Toná es, por tanto, un trabajo colectivo que versa sobre muchas memorias individuales y colectivas que nos envuelven. Las imágenes que rodean la visión que acompaña a la vejez o a la muerte y que nos atrapan en el miedo y en el dolor, convirtiéndonos en una sociedad temerosa de la muerte. Una sociedad que no ve la muerte como una fase más del proceso de VIVIR y es vulnerable por ello.
Luz estará acompañada en el escenario de la música de Luz Prado y la voz, palma y percusiones de Lola Dolores y estrenará este espectáculo el próximo 13 de noviembre en el Teatro de la Abadía de Madrid.