Nos enteramos hace unos días por un comunicado del propio teatro que el Pavón Kamikaze cierra sus puertas el 30 de enero, lo que nos produce muchísima tristeza. Un precioso proyecto en el que han trabajado durísimo y en el que han puesto muchas ilusiones y esperanzas muchos profesionales de las artes escénicas. Pero no ha podido ser ... ya llevaban tiempo anunciando que la situación económica del proyecto era crítica y la situación actual lo ha terminado de rematar y provocar el cierre definitivo que han comunicado sus impulsores (Aitor, Israel, Miguel y Jordi).
Dedicamos pues este artículo al último estreno que tendrá lugar en el Pavón Kamikaze y que está programado para 13 de enero: Soy el que soy.
Se trata de una obra basada en el libro autobiográfico del mismo título escrito por Aaron Lee, el famoso violinista hispano-coreano.
La vida de Aaron, a pesar de su juventud, está plagada de sucesos, dramas y momentos dignos de ser contados como un horror que no debería volver a tener que sufrir ningún ser humano en su entorno familiar. Nuestro entorno familiar tendría que hacer que nos sintiéramos libres tal y como somos, pero, desgraciadamente, no siempre es así.
En el caso de Aaron, nacido en Madrid, en el seno de una familia de músicos coreanos con profundas convicciones religiosas, desde luego su familia no le ha proporcionado ese entorno seguro. Todo comenzó cuando, muy joven, confesó a su familia su orientación homosexual. Desde ese momento, su vida se transformó, muy a su pesar, en una pesadilla. Palizas, terapias psicológicas para cambiar la orientación, incluso secuestro en la isla de Ulleungdo, entre Corea y Japón, donde le llevan engañado y lo encierran en la celda de una iglesia con su violín y poco más para intentar conseguir ese cambio.
Consigue volver a Madrid, pero sus padres terminan echándole de casa con tan solo 19 años porque descubren que no ha conseguido corregir su "terrible problema" lo que le lanza a trabajos de todo tipo para poder subsistir y a sacar su violín a la calle como músico callejero. De ahí en adelante surgieron concursos y premios hasta convertirse, con 20 años, en el músico más joven en acceder a un puesto fijo de la Orquesta Nacional Española donde estuvo seis años.
No se quedó Aaron en la Orquesta Nacional sino que continuó estudiando y afrontando proyectos en solitario, uno de ellos el de fundar la Fundación Arte que alimenta (desde la que produce esta obra) para proteger a los adolescentes LGTBIQ, a las mujeres maltratadas y a los niños de bajos ingresos
Acompañan en el escenario al propio Aaron, el piano de Gaby Goldman y la actriz y cantante Verónica Ronda. Al frente de la dirección Zenón Recalde
Se representará hasta el 30 de enero, y la representación del 14 de enero contará con un encuentro con el público.