The Lamb

The Lamb Finalista del premio a Mejor espectáculo de danza de la XXI edición 2018

de Asociación Cultural Kor'sia y Gabriel Blanco Mendoza

Toma como punto de partida la cita de un hombre invidente, un cuerpo atravesado por el tiempo, con la hora final. De la mano de un guía o cicerone se sumerge un purgatorio disfrazado de no lugar, donde fugazmente recupera la vista. En este espacio dialógico, bosque manierista de símbolos, el personale.

recuerda algunos de los anhelos cambiantes y acontecimientos fundamentales de su vida, pero también la violencia. Motu proprio, decide cerrar nuevamente los ojos, hacia una ceguera blanca: sed de infinito, o simplemente, de silencio.

“Aquel sonido tenue pero penetrante y obsesivo pareció toccar alguna

zona sensible de mi yo, algunos de esos lugares en que la piel del yo es finísima y de sensibilidad anormal: y desperté sobresaltado, como ante un peligro repentino y perverso, como sienla oscuridad hubiese tocado con mis manos la piel helada de un reptil. (…) Despertarme de mi insensato sueño, para advertir que mi existencia anterior había terminado como una estúpida etapa preparatoria”.

Ernesto Sábato, Informe sobre ciegos.

El trabajo anterior de Kor’sia, Cul de sac, planteaba, como su propio título indica, una situación de no retorno. El universo plástico del artista Juan Muñoz contribuía a una visión elocuente de la crisis de valores y la crisis social. El proyecto que aquí planteamos, con título provisional The Lamb (El cordero) de nuevo recurre a la danza contemporánea como código para interrogarnos acerca de la situación actual, pero poniendo el acento en cuestiones más metafísicas, como la vida y la muerte.

¿Y si la vida es un sueño y la muerte nos despierta?

Precisamente, hablamos de corderos, como animales metafísicos (Schopenhauer) o lo, que es lo mismo, individuos que no encuentran una guía (o pastor) para combatir el tedio que echa raíces en el corazón de la cultura europea. El cuerpo, en tanto que “espacio-cero de la historia”, se ofrece como un lugar ideal para llevar a cabo el trabajo de recrear el espíritu zaherido y repararlo. Pero todo ello requiere de uno o varios sacrificios.

El sacrificio, como acto de abnegación pero también de expiación, sería, pues, el núcleo temático de The Lamb, que se concibe, a colación de su uso de la alegoría, como un auto sacramental postmoderno.

-La ceguera, que desde la Grecia clásica funciona como símbolo de desesperación, infamia, pero también de clarividencia y/o percepción de lo oculto.

-La tensión entre la carne y el espíritu, lo terrenal y lo etéreo. Asociado a este eje, aparece también la condición efímera de la juventud, el erotismo y la violencia.

-El sacrificio como acto volitivo relacionado con la sed de trascendencia

Otra línea de investigación de The Lamb tendría que ver con las tensiones entre individuo y comunidad, y se explicitaría en una exploración sobre cadenas humanas y coralidad. Utilizamos este término, de Jean-Pierre Sarrazac, en lugar de “coro”, para acusar la ausencia de una verdadera cohesión de conjunto: masificación y separación con las dos caras acuñadas de la misma moneda. (kor-sia.com)