Más de 50 años dedicados a la actuación, sí, pero los mismos (o más) puestos al servicio de lo colectivo, de los intereses profesionales y personales del gremio por el que siempre dio la cara. Comunista convencida y activista por derecho propio, Pilar Bardem no solo es ejemplo con su trayectoria profesional y su prolífica procesión de trabajos entre el cine, la televisión y las tablas. También lo es con su vida y con su forma de entender la actuación y la profesión. Hija de actores, Rafael Bardem y Matilde Muñoz Sampedro, y hermana de un realizador tan importante como Juan Antonio Bardem, Pilar siempre ejerció de núcleo orbital y pegamento para toda una saga de profesionales de las artes escénicas y audiovisuales histórica, los Bardem, que sus hijos también han perpetuado. Mónica, Carlos y, sobre todo, Javier Bardem, han dado gloria al apellido no solo dentro de nuestras fronteras, también en el extranjero y en la gala de los Óscar.
Debutó en el cine con una obra maestra de Fernando Fernán Gómez, El mundo sigue, en 1963, y pasó poco a poco por las manos de los grandes directores de la época. Pedro Masó contó con ella para Las ibéricas F.C. (1971) o Las colocadas (1972), Mariano Ozores para La descarriada (1973) o El reprimido (1974), Pedro Lazaga para El chulo (1974) o Yo soy Fulana de tal (1975), Gonzalo Suárez para su adaptación de La regenta (1974) o Mario Camus para la irreverente La joven casada (1975). Entre tanto, participaba con papeles más profundos en producciones de su hermano y se involucraba en proyectos más bizarros como las películas de Carlos Aured (La venganza de la momia o Los ojos azules de la muñeca rota), al mismo tiempo que comenzaba su andadura en televisión y retomaba su faceta escénica en el teatro (memorable su interpretación en La carroza de plomo candente de Paco Nieva) y en el Estudio 1 de TVE. A finales de los 70 ya había participado en películas importantes como Los claros motivos del deseo (1977) de Miguel Picazo, Carne apaleada (1978) de Javier Aguirre, Soldados (1978) de Alfonso Ungría o Cinco tenedores (1979) de Fernán Gómez.
Durante los 80 se puso bajo los mandos especialmente de Mariano Ozores con la trilogía compuesta por Al este del oeste, La Lola nos lleva al huerto y Cuatro mujeres y un lío, pero se centró más en sus trabajos en televisión, dejando momentos históricos en series como Los gozos y las sombras, basada en la novela de Torrente Ballester, El crimen de la calle Fuencarral de Angelino Fons, Segunda enseñanza de Pedro Masó y Ana Diosdado y Lorca, muerte de un poeta, dirigida por su hermano Juan Antonio. Además, realizó importantes montajes teatrales en versiones de Mihura y Poncela (¡Sublime decisión!, Usted tiene ojos de mujer fatal, Maribel y la extraña familia y Eloísa está debajo de un almendro).
Fue con la erótico-dramática Las edades de Lulú (1990) de Bigas Luna (película en la que hizo su primera aparición un jovencísimo y fornido Javier Bardem) cuando Pilar abrió su perfil a producciones más novedosas e independientes que le permitieron mostrar por fin todo su potencial para la gran pantalla, algo que se apreciaría inmediatamente en la potente Todo por la pasta de Enrique Urbizu (1991), película de culto en la que compartiría cartel con una Kiti Mánver pletórica y con una estupenda María Barranco. En los siguientes años participaría, ascendiendo con calma hacia los roles protagonistas, en películas míticas como Vacas de Julio Médem (1992), Siete mil días juntos (1994) de Fernando Fernán Gómez (en el que sigue siendo uno de sus mejores y más recordados papeles), Sálvate si puedes de Joaquín Trincado (1995) o Boca a boca de Manuel Gómez Pereira (1995), película que le sirvió a su hijo Javier para lograr su primer Goya, hasta que llegó, también en 1995, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, de Agustín Díaz Yanes. Una película total y multipremiada en la que el cine negro se cruza con el drama social y que le valió a Pilar su primer y único Goya, lo que la situó en un nuevo estatus dentro del audiovisual español. Llegaron entonces películas tan importantes como Airbag, de Juanma Bajo Ulloa, la Carne trémula de Pedro Almodóvar en 1997, Sexo por compasión de Laura Mañá en el 2000, Sin noticias de Dios de Díaz Yanes en 2001, 20 centímetros de Ramón Salazar en 2005, La bicicleta de Sigrid Monleón en 2006 o Rey gitano de Juanma Bajo Ulloa, su última película, en 2015. Sin olvidarnos de los secundarios de lujo en series de éxito como Amar en tiempos revueltos, Hospital central, Doctor Mateo o Cuéntame cómo pasó.
Fumadora compulsiva, Pilar Bardem pasó sus últimos años con problemas respiratorios que derivaron en las causas de su fallecimiento en la mañana del sábado 17 de julio de 2021. Toda la profesión llora su pérdida desde entonces, empezando por su familia, que le ha profesado respeto, admiración y amor infinito, y a la que siempre sirvió de ejemplo y de guía. Una pérdida dura y sentida para nuestras artes. Descanse en paz.