Las Artes Escénicas lloran hoy la prematura pérdida de José Helguera, escenógrafo e iluminador cántabro, a los 56 años de edad. Formado en la Universidad de Cantabria, completó su formación posteriormente en la Escuela de Tecnología del Espectáculo de Madrid y en el City of Westminster College de Londres para convertirse en uno de los más destacados investigadores de la tecnología escenográfica no solo a nivel regional, sino también a nivel nacional, llegando a pertenecer al equipo de producción del Centro Dramático Nacional y a ejercer como Director Técnico Adjunto del Teatro de la Zarzuela y de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, cargo que ostentaba en la actualidad. Pero siempre se mantuvo vinculado de algún modo a su Cantabria natal, ya fuera desde la compañía La Machina Teatro o desde su reiterado trabajo con el FIS Festival Internacional de Santander. Entre sus producciones para la compañía cántabra y su director, Francisco Valcarce, están los trabajos de iluminación y escenografía de El aprendiz, La sangre de Macbeth, Madre Prometeo, Una aventura en el tiempo, Versos Biodiversos, La Sucursal, El niño erizo, Casquería fina o las más destacadas El dolor del tiempo y Palabra de Hierro, finalistas al Premio Max al Mejor Espectáculo Revelación en las ediciones de 2001 y 2003, respectivamente. Un galardón que, finalmente, Helguera y la compañía recibieron en 2012 por la excepcional En alta mar, adaptación de la política y conflictiva obra original de Slawomir Mrozek. Además, Helguera participó en muchos diseños de escenografía e iluminación para espectáculos de ópera durante su período en el Teatro de la Zarzuela de Madrid (como el Bastián y Bastiana o el Don Giovanni, de Mozart, o la gala lírica Tres sopranos con la zarzuela, encargada por la Fundación de la Zarzuela Española en 2006), y fue igualmente destacado su trabajo para producciones de danza, como La gata negra de Isaac Cuende (con coreografía y dirección de Miriam González Gay y Gonzalo San Miguel) o A cuatro voces de Eva Yerbabuena (con el que la coreógrafa y bailaora granadina consiguió su tercer Premio Max), un interesante montaje diseñado de manera digital para trazar las imágenes y bailes con las que Yerbabuena entrelaza las voces de Miguel Hernández, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca y Blas de Otero. Entre otros montajes suyos destacados está también la adaptación española de 2016 del irreverente texto de 2007 de Yasmina Reza Un dios salvaje (Le Dieu du Carnage).
La Machina Teatro ha lamentado hoy su pérdida, que se une a las de Luis Oyarbide, Isaac Cuende y Carlos Herans. Descansa en paz.