Julio Bocca
Duende, pasión, estrella enardecida,
desnudo lirio en fiebre de alegría,
arabesco de sol en la agonía
de un ave que en el cielo está prendida.
Porteña luz, clavel de amanecida,
rayo en el aire que al amor se ansía,
desbocada ilusión que al hielo enfría
en geométrica estela detenida.
Quedará para siempre en la memoria
esta luz, este fuego, esta locura,
esta razón pampera y esta historia:
el ángel que nació para la altura,
el dios de pies alados en la gloria,
el niño con los ojos de ternura.
Santiago CASTELO
Director de la Real Academia de Extremadura