Damas y caballeros… la diosa Fortuna nos presenta El sobre verde, un sainete en dos actos con gotas de revista, es decir, un espectáculo musical ambientado en el Madrid popular de hace un siglo… y en el Nueva York de los grandes rascacielos. La música de la obra es de Francisco Guerrero, uno de los más famosos compositores de aquel género, y los textos originales fueron escritos por Enrique Paradas y Joaquín Jiménez. En su época tuvo un enorme éxito, y hoy subimos al escenario del Teatro de la Zarzuela una revisión de la obra para el público joven (y no tan joven). Si nos lo permite la diosa Fortuna, rescatamos esta comedia cabaretera, divertida y canalla con un tema que no ha perdido actualidad: el dinero. El primer acto transcurre en el Madrid invernal de hace cien años. Nicanor, un pobre tipo (pero con clase) que duerme en un banco y vive en las calles junto a su amigo Simeón y su pandilla de mendigos, rateros, timadores y músicos callejeros, recibe un misterioso sobre verde de un hombre a quien salvó la vida en un accidente; dentro encuentra un billete del Sorteo de Navidad. La caprichosa diosa Fortuna (no en vano su nombre tiene doble sentido: Suerte y Dinero) concede el Premio Gordo a Nicanor, que promete a su pandilla fundar un albergue para alojar a todos los pobres sin techo. Pero primero, para celebrar el premio, se va junto a Simeón de viaje por el mundo… El segundo acto transcurre en Nueva York, en un hotel de lujo dentro de un gran rascacielos. Nicanor y Simeón, que apenas se acuerdan ya de la idea del albergue, llevan un tiempo derrochando todo su capital: piden la mejor suite, compran trajes caros y deciden visitar el famoso Cabaret de la Planta 101 junto a las guías turísticas Mimí y Fifí; aunque Simeón sospecha que se están quedando en números rojos, Nicanor sigue gastando lo poco que les queda mientras en el Cabaret se presentan los mejores números musicales internacionales. Cuando se agota la cartera, los dos protagonistas resultan despojados de sus trajes y expulsados del hotel y vuelven a ser miserables sin techo. ¡Qué mala suerte! ¿O no? Nicanor maldice a la Fortuna y ella aparece junto al Trabajo para decirle que cada cual es responsable de sus actos y para darle una segunda oportunidad, así que Nicanor despierta de su ensueño en el banco callejero donde comenzó la obra. Quizá haya cambiado su forma de ver el mundo… Y quizá nosotros, los espectadores, podamos reflexionar sobre qué significa la verdadera suerte. El sobre verde es una fiesta musical cómica llena de canciones, baile y humor, pero también, en nuestra revisión, nos plantea una breve pero intensa reflexión sobre la Fortuna. En estos tiempos hiperconectados, tecnificados y diferidos por pantallas, en que el dinero rige el destino del mundo, en que Tener es más importante que Ser, en que las apariencias, el número de likes, la marca de la ropa o los ceros de la cuenta corriente parecen contar más que la amistad, la lealtad o la justicia, la fábula de Nicanor, su viaje de ida y vuelta de lo más bajo a lo más alto, nos deja un regusto agridulce y nos lleva a preguntarnos a nosotros mismos: ¿qué haríamos si encontráramos el sobre verde?