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Fiestas de Farolillo de San Blas. Zebedeo, el alcalde, anuncia los festejos y presenta a su hermana Coronada, quien se rebela contra la opresión que sufre y denuncia la situación de dictadura en que vive el pueblo. Zebedeo, devoto del mundo taurino, ordena que se extienda la manga de toros, un artilugio por donde debe salir el toro. Sin embargo, de la manga no sale un toro sino el Hombre-Monja, un personaje entreverado, que cuenta una historia fantástica. Durante los múltiples acontecimientos que darán rienda suelta al delirio y carácter surrealista del pueblo español, nos encontramos, por un lado, con los rebeldes que siguen a Coronada y anhelan la liberación. Estos son ayudados por el Hombre- Monja. Por otro lado, tenemos a los seguidores de su hermano Zebedeo. Estos componen la formación de una España en conserva que perpetúa la violencia y la condena “por tradición”. En medio de una situación apocalíptica, poética, esperpéntica, pero con aires oníricos... el toro ha desaparecido. Se le espera, se le busca, se le implora, se le ansía. Imprescindible será la existencia de La voz cantante, conciencia colectiva de Farolillo de San Blas que entona las alegrías y las penas de un pueblo, el desenfreno dionisíaco y el folclore español desde el arraigo y el desarraigo.