El trofeo

El poeta y artista plástico Joan Brossa es el creador del trofeo Max de las Artes Escénicas. La Escultura constituye una metáfora del teatro. La manzana redonda y plateada, del tamaño de un puño y con un antifaz dorado simboliza el teatro porque según palabras de su creador "parece una cabeza y al mismo tiempo una manzana, un fruto pecaminoso y frívolo; el antifaz aporta la dimensión dramática y el misterio escénico".

Los Max deben su nombre al protagonista de la "esperpéntica" Luces de Bohemia, obra del genial Ramón María del Valle-Inclán. Max Estrella, "hiperbólico andaluz, poeta de odas y madrigales", "¡Cráneo previlegiado!", complejo y espléndido, anciano bohemio que sobrevive como puede a su mediocridad (tras haber cosechado cierto reconocimiento en sus inicios como artista), manifiesta su disconformidad con la sociedad en la que vive desde el humor mordaz o el razonamiento más hilarante. Su orgullo, su tesón, su defensa del arte y la singularidad, su sentimiento de fraternidad y su capacidad crítica, son características que los premios adoptan como propios y hacen que su nombre de pila sea el único posible para los galardones más importantes de las artes escénicas de España.

Joan Brossa, creador del trofeo Max

Joan Brossa nació en Barcelona en 1919 y murió en Barcelona en 1999. Fue uno de los impulsores del grupo plástico poético catalán Dau al Set, uno de los colectivos renovadores del arte español de posguerra. En su trayectoria artística el lenguaje escrito y el lenguaje visual se combinan en busca de nuevos significados. En su obra se desarrollan de forma paralela tres códigos: el poético, el dramático y el plástico.

En 1941 conoció a Joan Miró con quien estableció una larga amistad. Cinco años después conoció a Joan Ponç y Antoni Tàpies, con quienes fundó la revista "Dau al Set".

Durante los años cincuenta, Brossa se dedicó a la poesía escénica, y con sus "Accions" trató de encontrar una cuarta dimensión a sus poemas visuales; expuso un poema-objeto en el escaparate de una sastrería del Paseo de Gracia de Barcelona.

La etapa más claramente plástica de su trabajo comenzó a mediados de los años setenta. Fue cuando aparecieron los "poemas transitables", objetos escultóricos cuya temática proviene de la poesía visual y cuyo significado sólo se completa con la participación activa del espectador.

En la gala de la XIIª edición, celebrada en el Teatro Cuyás de las Palmas de Gran Canaria, Joan Brossa fue homenajeado, convirtiéndose en el presentador de la ceremonia, siendo encarnado por Ángel Ruiz, bajo la dirección de Yllana y el guión de Secun de la Rosa.