- Obra
- Degustación de Titus Andronicus
- Compañía
- La Fura dels Baus
- Localidad
- San Sebastián
- Provincia
- Guipúzcoa
- Fecha de estreno
- 07 mayo 2010
La Fura del Baus incorpora la gastronomía a 'Titus Andronicus'
La compañía estrena su nuevo espectáculo, basado en la tragedia de Shakespeare, el próximo 7 de mayo
La Fura dels Baus se mete en los fogones, en una cocina pintada del rojo sangre con el que William Shakespeare coloreó 'Titus Andronicus'. La compañía catalana se aproxima así a la primera tragedia que escribió el dramaturgo inglés, un derroche de excesos en todos los sentidos. La Fura estrena este espectáculo el 7 de mayo en la Tabakalera de San Sebastián. Posteriormente saldrá de gira, con paradas en citas tan destacadas como el Festival de Teatro Clásico de Almagro.
Con esta producción, la Fura retoma métodos de trabajo característicos del lenguaje 'furero', de menor visibilidad y poso en sus últimos espectáculos. Es el caso de la utilización de un espacio único compartido por artistas y público, una escenografía virtual y una dramaturgia que oscila entre la palabra y la imagen.
'Degustación de Titus Andronicus' se desarrolla bajo la dirección de Pep Gatell. Ha contado con dos colaboradores excepcionales en el ámbito gastronómico, los miembros del equipo del Restaurante Mugaritz, Andoni Luis Aduriz y Javier Bergara. Forman la parte culinaria de una obra cuyo espíritu se reduce a lo esencial. La dirección ha despojado del texto todo elemento retórico y poético hasta dejarlo en lo fundamental e imprescindible de una historia que habla de violencia, traición, venganza y un concepto de justicia pasado por las armas, un dispositivo salpicado de odio y dolor que se pone en marcha con el regreso del general Titus Andrónicus tras vencer a los godos y ofrecer a los dioses al hijo del general derrotado.
La Fura apela nuevamente a llegar de forma directa al espectador. Funciona como principal novedad la aparición de la comida en el sentido estricto del término. Al final de la función se servirá un banquete al que podrán asistir una treintena de comensales. La dirección hace coincidir de esta forma puesta en escena y epílogo de la obra, cuando un desquiciado Titus Andrónicus ordena cocinar a los hijos de sus enemigos y las ofrece a sus partidarios.
La comida también tendrá su protagonismo con anterioridad en esta tragedia saboreada profundamente, puesto que la gastronomía oficiará de banda sonora -cada escena y estado anímico tendrán su ambiente culinario propio- de un espectáculo en el que trabajan once actores.