Club Caníbal amplía sus crónicas ibéricas con 'Herederos del ocaso'

La quinta edición de Frinje Madrid ya está en marcha. El festival organizado por el Teatro Español en Matadero Madrid acogerá espectáculos de 23 compañías durante sus dieciséis días de programación, que culminarán el 17 de julio. Apoyará a siete estrenos, entre los que se incluye 'Herederos del ocaso', que se podrá ver los días 1 y 2 a partir de las 20.00 horas en la Sala Max Aub.

La obra conforma la segunda parte de lo que desde la compañía han denominado Crónicas Ibéricas. La trilogía arrancó el pasado año con 'Desde aquí veo sucia la plaza', que se estrenó también en el Frinje y cuyo recorrido le llevó a ser candidato a los Premios Max de las Artes Escénicas. Club Caníbal trataba en esta obra la pugna entre tradición y defensa de los derechos de los animales. Se situaba para ello en Villanueva del Arenal, un pueblo que incluía entre sus festejos el lanzamiento de cabra del campanario.

Club Caníbal apostaba en esa obra por un estilo que remitía a Luis García Berlanga. Este referente también se aplica a su nueva 'Herederos del ocaso'. Aquí juega un papel determinante el deporte. El protagonismo recae en Juan Alegría, que se define como un deportista fracasado. La Federación Española de Tenis de Mesa para Discapacitados Intelectuales le reclutará para ganar la medalla en los Juegos Paralímpicos de Sidney.

Lo que Club Caníbal pretende con estas Crónicas Ibéricas es lanzar una mirada irónica a la sociedad española. Tras las tradiciones viene el deporte, con textos firmados y dirigidos por Chiqui Carabante. La compañía se fundó en 2014 y empezó con textos de teatro breve. La obra que ahora estrena es su segundo montaje de duración larga, 75 minutos. Font García, Pablo Peña, Vito Sanz y Juan Vinuesa son los actores que la interpretan. El equipo artístico lo completan Nerea Castresana (iluminación), Walter Arias (escenografía), Salvador Carabante (vestuario) y Pablo Peña (música).

Frinje, realidad política y social

'Herederos del ocaso' es uno de los proyectos beneficiarios de la ayuda a la creación que concede el festival Frinje. El evento apuesta por quinto año por la creación contemporánea y por aquellos espectáculos que miran de cara a la realidad política y social.