Radiografía de las miserias humanas en 'Espía a una mujer que se mata'

El dramaturgo argentino Daniel Veronese sigue de máxima actualidad en la escena nacional. Al aluvión de estrenos que llevan impreso su nombre en tareas de dirección se ha incorporado 'Espía a una mujer que se mata', basada en 'El tío Vania' de Antón Chéjov, pieza que sigue a 'Un hombre que se ahoga' (adaptación de 'Tres hermanas' del mismo autor) y que añade fragmentos textuales de 'Las criadas' de Genet.

El Festival de Otoño de Madrid la ha programado dentro de su vigesimocuarta edición en la Sala Cuarta Pared, del 31 de octubre al 3 de noviembre.

Una senda por la pesadumbre vital que anida en siete personajes, cuatro hombres y tres mujeres, es la que se recorre en 'Espía a una mujer que se mata', producción argentina que se estrenó en Buenos Aires en agosto de 2006. La asfixiante escenografía que utiliza es la misma que se pudo ver en 'Mujeres soñaron caballos', el anterior proyecto de Veronese.


Estética 'chejoviana'

Por la casa familiar en la que bulle 'Espía a una mujer que se mata' pululan, entre otros, una joven esposa escéptica en el amor, un decadente profesor que teoriza sobre el teatro, un médico rural de ilusiones desgastadas y una anciana nodriza. Un mosaico de sueños rotos, amores frustrados y oportunidades perdidas sobre el que sobrevuela la característica estética 'chejoviana'.

Veronese, responsable de la dirección y la escenografía, se ha rodeado de un reparto de confianza, intérpretes habituales en sus proyectos. Los siete protagonistas de 'Espía a una mujer que se mata', una obra cruda y sin repliegues argumentales, están encarnados por Osmar Nuñes, María Figueras, Marcelo Subiotto, Fernando Llosa, Silvina Sabater, Marta Lubos y Mara Bestelli. Producciones Teatrales Contemporáneas es la encargada de distribuir este montaje en España.