'Versus', la visión de Rodrigo García del 2 de mayo de 1808

La vigesimoquinta edición Festival de Otoño será el marco en el que se produzca el estreno madrileño de la última producción de Rodrigo García, dramaturgo y director hispano-argentino que presentará 'Versus', una obra de encargo que toma como punto de partida los sucesos del 2 de mayo de 1808. El montaje, cuyo estreno absoluto tuvo lugar en el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz (FIT), se representará del 12 al 15 de noviembre en las Naves del Español de Matadero Madrid.

Poner en manos de García, un francotirador de los escenarios, un tema de esas características era una invitación a desarrollar un proyecto a contracorriente. Así ha sucedido, porque el autor y 'performer' ha llevado los sucesos históricos a su terreno, marcado por una puesta en escena y un texto proclive al exceso. 'Versus' pone el énfasis en el término 'independencia'. Hacía allí van encaminados todos los apuntes, imágenes y acciones del montaje, a la lucha individual y colectiva de la gente por independizarse de los compromisos que exige pagar a tan alto precio la vida.

'Versus' se aleja del territorio de lo político para adentrarse en un estilo profundamente poético y espiritual. Un teatro poco convencional que aborda temas de máxima trascendencia, las preocupaciones universales del ser humano a lo largo de toda la historia. Un material que García ha puesto en manos de los actores, que lo han ido configurando a su manera, puesto que los proyectos del responsable de 'Accidens' o 'Borges+Goya' se definen ante todo por su carácter colectivo.

Simbología y proyecciones multimedia

En esta ocasión, le acompañan Patricia Álvarez, David Carpio, Amelia Díaz, Rubén Escamilla, Juan Lorente, Nuria Lloansi, David Pino, Daniel Romero, Víctor Vallejo e Isabel Ojeda. Sus interpretaciones se ven complementadas por un batido de imágenes y proyecciones multimedia que envuelven la simbología y los juegos corporales que se desarrollan sobre el escenario. 'Versus' se vale de todos esos elementos en su objetivo de invertir los valores perpetuados por el paso del tiempo tras el 2 de mayo de 1808. Todo para llegar al punto de partida, la demostración de que todos estamos solos y cada uno va por su lado.

El último alarido escénico de Rodrigo García, tras pasar por el Festival de Otoño, tiene previsto, después de estar en Gijón, iniciar una gira tanto nacional como internacional.