El CDN se asoma a la tragedia lorquiana con ‘Bodas de sangre’

Por el teatro de Federico García Lorca no pasa el tiempo. Al contrario, el transcurrir de los años confirma su peso, trascendencia y calidad. Así lo valoran tanto el público como los directores escénicos más destacados del país, que encuentran en sus textos de antes respuestas del aquí y ahora.

Con ‘La casa de Bernarda Alba’ de Lluís Pasqual todavía en escena, otro de los clásicos del autor granadino vuelve a la actualidad. Es ‘Bodas de sangre’, tragedia escrita por Lorca en 1931 y estrenada dos años después. José Carlos Plaza se pone al frente de un proyecto coproducido por el Centro Dramático Nacional (CDN) y el Centro Andaluz de Teatro (CAT) y que verá la luz el próximo 12 de noviembre en el Teatro María Guerrero de Madrid, donde se representará hasta el 3 de enero de 2010.

Lorca se asomó en ‘Bodas de sangre’ al precipicio que separa a la vida de la muerte, todo desde una perspectiva poética y simbólica. Mediante una historia desgarradora basada en sucesos reales, ofrece su punto de vista sobre la tragedia vista y leída sobre un contexto reconocible. La fatalidad sobrevuela en todo momento el relato de un amor imposible protagonizado por unos personajes sometidos a todo tipo de prejuicios, normas y represiones.

Más de una veintena de actores componen el elenco que dirige José Carlos Plaza, hombre de teatro de larguísima experiencia y acreditada trayectoria, distinguido hasta en tres ocasiones con el Premio Nacional de Teatro y que conoce a la perfección el sentido de la obra lorquiana. Por ejemplo, todavía se recuerda la adaptación de ‘La casa de Bernarda Alba’ que montó hace unos años en el Teatro Español.

Plaza dirige a un reparto integrado por Carlos Álvarez-Nóvoa, Omar Azmi, Maica Barroso, Juan Cabrera, Pepa Delgado, Israel Frías, Fael García, Pilar Gil, Sonia Gómez, Marina Hernández, Carmen León, Ramos López, Ana Malaver, Toni Márquez, Noemí Martínez, Paca Ojea, F.M. Poika, Luis Rallo, Olga Rodríguez, Rafa Téllez, Consuelo Trujillo y Diana Wrana. De la escenografía se ocupan el mismo Plaza y Paco Leal, responsable el último igualmente de la iluminación. El vestuario ha sido diseñado por Pedro Moreno y la música original y la dirección musical le corresponde a Mariano Díaz.