'La febre' deja en el escenario unas décimas de compromiso social

Un hombre se enfrenta a unas décimas de fiebre en la habitación del hotel de un país zambullido en la miseria. Sin poder dormir y enfermo, esta persona reflexionará sobre el situación y el contexto en el que se encuentra. A la mañana siguiente, tendrá lugar una ejecución política en la plaza que hay justo enfrente de su habitación. En ese estado deja el autor neoyorquino Wallace Shawn al único protagonista de 'The fever', un monólogo que escribió a finales de los 80 y que ahora será puesto en escena a partir del 11 de marzo en el Teatre Lliure de Barcelona bajo el título 'La febre'.

La puesta en escena estará bajo la dirección de Carlota Subirós, la segunda que la directora hace sobre textos de Shawn tras 'Marie y Bruce'. En esta ocasión el dramaturgo estadounidense deja sobre el escenario otro texto comprometido y que exige una puesta en escena íntima y cercana al espectador, al estilo de una confidencia. "El suyo es un teatro del desasosiego, de la caída, un espacio donde se revelan las pulsiones más oscuras y contradictorias que se esconden debajo de la cara amable del bienestar", asegura Carlota Subirós.

Puesto en una situación tan comprometida, el protagonista de la obra empezará a reflexionar en una larga y tensa noche de espera sobre aspectos como la responsabilidad que el llamado primer mundo mantiene con el tercero. Llegará a dolorosas conclusiones en las que incluso sus buenas intenciones quedarán en entredicho al descubrir no tener el coraje suficiente como para emprender acción que propicie algún tipo de cambio.

'La febre' se representa del 11 al 28 de marzo en el Espai Lliure del Teatre Lliure. Eduard Farelo es el único intérprete de una obra traducida del inglés por Marc Rosich, dirigida por Subirós y que cuenta con un espacio escénico y vestuario diseñado por Silvia Delagneau y la iluminación de Mingo Albir. El espectáculo se representa en catalán y tiene una duración aproximada de una hora y treinta minutos.