Francisco Nieva retorna a los escenarios con 'Tortas, crepúsculo y... telón'

Francisco Nieva (Valdepeñas, Ciudad Real, 1924) regresa al Centro Dramático Nacional tras trece años de ausencia. En 1997 estrenó en esta misma institución 'Pelo de tormenta'. Ahora ha vuelto a ser invitado por el teatro público, dirigido por Gerardo Vera, para poner en escena una obra primeriza, 'Tortas, crepúsculo y... telón'. El estreno de esta producción tendrá lugar el próximo 6 de mayo en el Teatro Valle-Inclán de Madrid, donde estará hasta el 20 de junio.

'Tortas, crepúsculo y... telón' se mantiene inédita en los escenarios desde que Nieva la escribiera en 1953 y se publicara en 1972. En esta obra ambientada en el interior de un teatro, el ilustre académico la define como un homenaje a la vanguardia de los años veinte y principios de los treinta, "un homenaje crepuscular y epigonal a mis maestros", entre los que cita a Stravinskiy, Ravel, André Bretón, Max Ernst, Dalí o Buñuel. Nieva configura así un universo de sueños, fantasía y optimismo con el que transmite otro mensaje atemporal, la perdurabilidad del teatro.

La acción de 'Tortas, crepúsculo y... telón' se desencadena en el interior de un teatro, con los actores encerrados y puestos en cuarentena ante una amenaza vírica externa. El público tiene la oportunidad de observar sus comportamientos en un ambiente de fantasía que pretende analizar desde dentro el mundo del teatro.

El espectáculo, que se inscribe dentro del teatro de farsa y calamidad de Nieva, cuenta con la escenografía del pintor José Hernández, que ya trabajara esta área en 'Pelo de tormenta', un artista al servicio de la imaginación. El largo reparto está encabezado por Manuel de Blas y Esperanza Roy y el resto del equipo artístico lo completan Rosa García Andújar (vestuario), Nicolás Fischtel (iluminación), Miguel Tubía (música y espacio sonoro) y Pedro Berdäyes (coreografía).

Nieva se embarca de esta manera en una aventura de largo recorrido, "una obra compleja en significados" y en la que considera, "pudiera ser la última que, por edad, me fuera dado dirigir con todos los medios necesarios para atender a sus exigencias espectaculares".